La imagen en pocas (o muchas) palabras



  ¿Cómo describir una imagen? Vivimos rodeados de imágenes de todo tipo y ni siquiera nos damos cuenta. Las imágenes son elementos básicos de los que dependemos constantemente a un nivel tan inconsciente que es casi imperceptible.  En nuestra vida cotidiana utilizamos el lenguaje visual pero, lo tenemos tan internalizado, que solemos olvidarlo. Este sentido es tan esencial que aquellas personas que no lo poseen, se ven obligadas a desarrollar sus otros sentidos doblemente.

  Se puede describir a una imagen diciendo que es una figura o representación visual de determinada cosa u escena. Sin embargo, eso no es todo. Existen también las imágenes olfativas y auditivas, las táctiles y también mentales. Aquellas que representan visualmente un objeto mediante técnicas diferentes, se las designa como imágenes creadas y pueden ser el dibujo, el diseño, la pintura, la fotografía o el vídeo, entre otras.

  La imagen visual puede utilizarse con fines expresivos, como forma de comunicación para expresar un mensaje. Sin embargo, cuando este es el caso, no se puede pretender entender una secuencia de hechos y acciones partiendo solo de una imagen, ya que es muy difícil descifrar el verdadero sentido de lo que estamos viendo. Tenemos que tener en cuenta nuestro conocimiento previo para poder analizar el mensaje correcto de una imagen en particular.

  Para analizar una imagen, además, tenemos que saber diferenciar la denotación de la connotación.

  La denotación de una figura hace referencia a lo literal, a las características superficiales de una imagen y es objetiva. Una imagen denotativa demuestra el primer nivel de lectura, lo que percibimos de manera inmediata, y es igual para cualquier espectador.

  La connotación, en cambio, depende de cada uno, es decir, es subjetivo y se vincula puramente de como lo recibe cada sujeto y las sensaciones y sentimientos que le producen. Las imágenes nos transmiten cosas, incluso sin darnos cuenta. por alguna razón, determinadas fotos nos gustan, nos producen desagrado, nos atraen o nos generan otros efectos. Para lograr analizar una imagen exitosamente, es necesario descomponer los elementos presentes en ella y saber relacionarlos entre sí y con los conocimientos con lo que cuentes acerca del tema.

  Analicemos el siguiente ejemplo:

  Este afiche proviene de una publicidad de Geniol, una empresa de comprimidos para el dolor de cabeza.

  Se puede decir que la denotación de esta imagen es una cabeza sonriente repleta de tornillos que son sacados uno por uno por una mano externa. Debajo, una inscripción que dice:
Venga del aire o del Sol
Del vino o de la cerveza
Cualquier dolor de cabeza
Se corta con Geniol 
  No obstante, si nos fijamos bien y relacionamos todo lo que sabemos, podemos decir que esos clavos tan molestos estancados en la cabeza de este hombre simbolizan el dolor de cabeza y, que esa mano colaboradora que se encarga de removerlos hace referencia al medicamento ´Geniol´. La inscripción alude a la habilidad de esta medicina de curar el dolor de cabeza sin importar su precedencia ni origen y enfatizar lo efectivo que es. Esta profundización es a lo que llamamos connotación y no hubiéramos sido capaces de comprenderla si no hubiéramos interconectado nuestros saberes e instintos con la imagen.


  Una imagen puede buscar simplemente representar la realidad o, más bien, tener una función simbólica, con una determinada carga significativa en su contexto cultural.
  Un concepto diferente para la palabra ´imagen´ puede ser la relación de un determinado símbolo o reproducción con un objeto mágico o representación sagrada. Este puede ser el caso de muchos seres o figuras a los cuales se les atribuyen poderes como el de sanación, fertilidad y muchos otros, en los distintos cultos, veneraciones y religiones de cada región, tiempo y cultura.



  Otro uso de la imagen es como objeto referencial. Mediante los periódicos, notas y otras fuentes de información, las ilustraciones colaboran a brindar una idea y noción de lo que se está hablando y mejorar la comprensión de los lectores.

  Las imágenes nos rodean y solo si nos ponemos a analizar en profundidad el uso y objetivo de cada imagen, nos podemos dar cuenta cual es su fin y evaluar si fue utilizada correctamente.

  Como hemos visto, algo tan simple como una imagen tiene numerosos usos y puede producir diversos efectos.

  En la actualidad, vivimos en un mundo lleno de información y de imágenes que nos invaden. Estos recursos son cada vez más comunes gracias a la digitalización. La fotografía, el cine, la televisión, el diseño gráfico e, incluso, el diseño industrial producen miles de imágenes digitales, que son almacenadas, enviadas, presentadas o impresas en papel desde los distintos dispositivos.

 Para sintetizar, una imagen digital es una representación bidimensional de una imagen utilizando bits (unos y ceros). Ésta se puede categorizar en rasterizada o vectorial.

  Las imágenes vectoriales son aquellas que están compuestas por entidades geométricas simples y fórmulas matemáticas. Esto hace que, sin importar cuanto se agrande o se reduzca la imagen, ésta no pierda la calidad


  Las imágenes rasterizadas o de mapa de bits, en cambio, están construidas mediante una gran cantidad de cuadraditos de color uniforme, llamados pixeles. La sensación obtenida es el resultado de integrar visualmente, en la retina, las variaciones de color y luminosidad entre todos los pixeles.

  Para concluir, se puede decir que las imágenes son de suma importancia en nuestra expresión y complementan la comunicación del día a día ya que, como dice el dicho, "una imagen dice más que mil palabras".


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